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Este blog contiene las producciones literarias realizadas por los alumnos de 2º de ESO de lengua castellana del Ins Hipàtia d'Alexandria.

En él podréis encontrar tanto poesías , prosa y teatro.

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domingo, 24 de noviembre de 2013

Kevin Abellán Llavero, 2º A

Hubo un asesinato, en una calle larga donde se halló un cadáver en el suelo, con una herida de bala. Justo detrás se hallaba una adolescente, mi hija, con una pistola en la mano.
La llevaron a la cárcel y no nos enteramos mi mujer ni yo  de que nuestra hija estaba encerrada. Estuvimos llamándola horas y horas.
-          ¡Ay,  que nos han raptado a la niña!- decía mi mujer-
Cuando hicimos una de nuestras llamadas un hombre cogió el teléfono, y dijo:
-¿Sí?
-¿¡Malparido, donde está mi hija!?-al oír la voz de aquel hombre me asusté, porque pensé que le habían hecho algo.
-¿Quién es usted?
-¿¡Porqué tienes el móvil de mi hija!? Como le hayas hecho algo te juro que…
-Oiga yo soy policía, y en una ronda hemos hallado un cadáver con un balazo en el pecho, y su hija estaba con una pistola junto al cadáver.
-De acuerdo, voy hacia allá.
-¿Qué han dicho?-preguntó mi mujer en ver que había colgado el teléfono-
-Nuestra hija ha matado a un adolescente.
Mi mujer se quedó paralizada, la agarré de la mano y le dije:
-Vamos,  nos esperan en comisaría.
Los dos fuimos lo más rápido posible ,  nos daban igual los semáforos. Cuando llegamos habían delincuentes de todo tipo drogadictos, violadores, atracadores,… de lo peor. Mi mujer y yo miramos por todas las celdas hasta que la encontramos.
-Hija.-dijo aliviada-.
Yo fui a buscar a un policía.
-¿Hola, me podrían explicar detalladamente por qué  mi hija está en una celda?
-Sí, su hija está en una celda porqué ha matado a un adolescente.
-De acuerdo, pero ella tiene una enfermedad  que es cleptomanía y tiene tendencia a robar pistolas, así que por accidente, puede haber matado al adolescente.
-Puede ser,¿ pero no debería estar su hija en un centro de cleptomanía?
-Sí,-le respondí- pero una psicóloga nos dio el aviso de que no hacía falta llevarla a un centro de cleptomanía.
-De acuerdo, pero no la vamos a poder soltar hasta que un juez decida.
Cuando volví mi mujer me preguntó qué me habían dicho, yo le dije que tendría que decidir un juez, pero que se quedaría aquí durante un día. Mi mujer se echó a llorar.
Al día siguiente, al amanecer nos llegó el aviso al móvil de que decía que esta tarde a las seis de la tarde teníamos el juicio. Fui corriendo a decírselo a mi mujer, ella se ilusionó de poder volver a ver a su hija. Durante todo el día estuvimos hablando del tema.
Cuando tocaron las cinco ya estábamos listos. Llegamos, vimos a nuestra hija y le dimos un beso cada uno.
-Mamá, papá ¡Qué alegría de veros!.
-Hola,  hija.-le respondió mi mujer-
-Hola.-le dije-
Entramos en la sala, el juez estaba sentado en su sillón, comenzó el juicio y no asistieron  personas, excepto nosotros y la policía.
-Buenos días señoras y señores. Hoy estamos aquí para declarar culpable o no culpable a una cleptómana obsesiva.
Mi mujer y yo estábamos nerviosos.
-Se declara no culpable a la cleptómana obsesiva, pero tendrá que ir a un centro de cleptomanía y los padres podrán visitarla siempre que quieran. Se levanta la sesión.
Mi mujer se echó a llorar porque para ella, que su hija estuviera en un centro de cleptomanía era como si estuviera en la cárcel.

1 comentario:

  1. La historia fue muy misteriosa e intrigante. Tuviste un fallo, pusiste que la madre iba a ver a la hija a la cárcel, y luego pusiste que la madre estaba en casa. En todo caso, me gustó la historia.

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