Ignasi Simon

Ignasi Simón,

2º B

Hace mucho tiempo el pueblo de Lliçà d’Amunt sufrió una gran sequía. Todos los pueblos de la comarca vivían unos años en los que no llovía y sus habitantes estaban desesperados porque las cosechas no crecían, los animales no tenían casi nada de agua parar beber y empezaban a haber enfermedades. El río casi ya no llevaba agua y por eso no podían pescar peces para comer.

En el pueblo vivía un matrimonio con sus dos hijos, era la familia García y como el resto de la población, también, sufría los efectos de la sequía. Juan García salía cada noche de su casa para intentar buscar agua para regar su huerto. Y un día, mientras estaba regando los tomates con la poca agua que había conseguido, le apareció un personaje pequeño y gracioso, era un duende que se le acercó y le dijo:

-Juan,  si quieres conseguir agua,  haz un agujero en medio de tu patio.

Juan no sabía si estaba soñando o era realidad la aparición de aquel duende, pero al día siguiente cuando se despertó lo primero que hizo es empezar a cavar en el punto que le indicó el duende. Pasó todo el día trabajando y cuando ya creía que el duende le había tomado el pelo vio como del suelo empezaba a salir agua, agua y más agua. Juan construyó un pozo y pudo regar su huerto, y como era una persona muy buena dejó que sus vecinos cogieran agua de su pozo.

Al cabo de unos días, por la noche volvió a encontrarse con el duende y este le dijo:

-Creiste lo que te dije y además has sido bondadoso y has compartido tu agua con tus vecinos. Mañana diles a todos que hagan lo mismo en sus patios.

Juan informó a toda la población de lo que había dicho el duende y al cabo de una semana, en todas las casas de Lliça d’Amunt había un pozo con agua.

De esta manera el pueblo pudo sobrevivir a la sequía que hubo aquel año, hasta que ya empezó a llover.

En la actualidad Lliça d’Amunt es un pueblo en que muchas casas tienen pozos con agua, que actualmente no utilizan pero a lo mejor, algún día, en el futuro lo necesitarán.