Kevin Abellán 6/12/13
EL ESPÍRITU DEL LAGO DEL GRAN OSO
Cuenta la leyenda, que en el Gran Lago del Oso, situado
en América del Norte, Canadá, hacia el año 1950 se celebró un concurso, con los
cincuenta mejores pescadores de todo Canadá. Como premio tenían dos mil
dólares. Para ganar tenían que pescar tantos peces como pudieran en ocho horas
y cuando se acabase el tiempo se tendrían que reunir en la otra punta del lago,
que se señalaría con una bengala cuando quedaran los últimos veinte minutos
para el fin del concurso.
Todos estaban ansiosos por ganar, pero había un
concursante que lo ansiaba. Ya habían pasado cinco horas y un concursante veía
con sus prismáticos que iba perdiendo de bastante contara un concursante
experto, de mediana edad. Decidió seguirle y esperar el momento más oportuno
para atacarlo que viese le tiraría al lago para que muriese. Lo hizo, y le robó
todos los peces. Cuando ganara el premio se iría de Canadá unos años y no le
podrían inculpar. Cuando llegó el momento fueron al otro lado del lago y allí
hicieron el recuento, él tenía doscientos peces y los demás tenían entre
ochenta y ciento veinte. Los comisarios se dieron cuenta de que faltaba una
persona, pero simplemente pensaron que
abandonaría el concurso. Dieron luz verde al concurso, y el asesino se
consiguió escapar.
Y por eso cuenta la leyenda que cada año, cuando se celebre
el concurso, si se comete algún delito, su espíritu se presenta en el lago
formando un remolino que absorbe al delincuente y le quita la vida sin piedad.
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